Un estudio cualitativo sobre las percepciones respecto al ocio y las expectativas de adolescentes y jóvenes constata que el “botellón” se ha convertido en una pauta festiva incorporada de forma extensiva e intensiva en sus prácticas de tiempo libre, y ha quedado sostenida por la presencia de elementos que para sus protagonistas son esenciales.
Dicha conclusión ha extraído Sociológica Tres en su último informe 2016 para el Instituto de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid a través de seis dinámicas de grupo en las que han participado mujeres y hombres jóvenes madrileños de entre 14 y 25 años de edad.
Referencia indispensable en el ocio, el botellón se conforma como actividad propia y diferenciadora del hecho de “ser joven” y celebración asociada al consumo de alcohol como rito de liberación y ruptura con obligaciones cotidianas, pues construye identidad personal y social.
En pocas ocasiones emergen críticas de peso al modelo de botellón (salvo cierto hastío por la repetición) por parte de los y las jóvenes, pero sí se confirma en el debate sobre el mismo algunas demandas que apuntan a una oportunidad de ampliar sus vivencias de ocio, algo que se detecta mejor entre las y los jóvenes de más edad y siempre que estas consigan generar suficiente interés.
A la luz de los resultados de este análisis, se recomienda plantear la estrategia de diseño de actividades encaminadas al ocio juvenil, ya que las propuestas actuales ejecutadas desde las instituciones públicas para combatir el ocio mediado por el consumo de alcohol (actividades deportivas o lúdicas) parecen destinadas a tener poco impacto en el cambio de modelo que se desea.
En opinión de los y las participantes, un planteamiento positivo de ocio sano y alternativo (libre de alcohol) es la propuesta de espacios autogestionados por ellos mismos, ya que la posibilidad de apropiarse de lugares donde sean los protagonistas responde a varias necesidades que los propios jóvenes han definido como importantes: sitio en exclusividad, actividades propias, experiencias vitales y relacionales.
En definitiva, puede iniciarse con esta acción un camino lógico en cuanto a construcción de una alternativa de ocio que responde a muchas de las expectativas y deseos de la juventud, y que puede incorporarse con ciertas garantías de éxito a sus pautas de tiempo libre. Pero, sin duda, es un camino a recorrer, tanto a corto como a medio plazo.