El pasado 28 de octubre se celebró en el Espacio Fundación Telefónica el seminario sobre identidades de género ¿Fuerte como papá? ¿Sensible como mamá?, organizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud. Acto central de de este seminario fue la presentación del estudio que precisamente daba nombre al mismo, realizado por el equipo de Sociológica Tres y de reciente publicación. Elena Rodríguez fue la persona encargada de presentar los principales resultados de dicha investigación, en esta ocasión junto a Anna Sanmartín, Coordinadora del Centro Reina Sofía.
Más allá de la exposición de las principales conclusiones del estudio (se puede descargar de forma gratuita), cabe destacar la lectura crítica que realizó del mismo la profesora Mariam Martínez-Bascuñán. En su intervención, Martínez-Bascuñán destacó lo oportuno y necesario que supone abordar asuntos como las identidades de género en población adolescente, como mejor manera de analizar de manera adecuada la realidad de la renovación de valores, al tiempo que mostró su preocupación por comprobar, a la luz de los resultados de la investigación, como entre los y las adolescentes contemporáneos aún se producen adscripciones a valores y clichés tradicionales. En este sentido, la autora remite al análisis que en su momento realizó Simone de Beauvoir en la obra “El segundo Sexo” (1949), desde el lamento que supone asistir al estancamiento en posturas que parecen de otra época, y a la asunción de un discurso social acrítico que no parece incidir en los comportamientos cotidianos que perpetúan las desigualdades de género.
A partir de esta perspectiva, Martínez-Bascuñán recalcó la importancia de tres cuestiones. En primer lugar, de algo tan básico (pero lamentablemente no superado) como educar para evitar una desigualdad sustentada en el determinismo biológico. En segundo lugar, de la manera en que la evaluación social de los comportamientos e identidades de género tiene que ver con parámetros en los que han sido educados y socializados los chicos, pero no las chicas; en este sentido, las mujeres parten con una desventaja estructural sobre la que se sustentan buena parte de las desigualdades. Y, finalmente, de la necesidad de trabajar con las emociones, toda vez que la independencia emocional no es un aspecto que suela priorizarse en los análisis de las identidades y desigualdades de género, algo que sí ocurre con la independencia económica, por ejemplo.
El seminario se completó con una ponencia de la periodista Nuria Varela sobre lo que denominó “las sutilezas del patriarcado”, y con una mesa redonda en torno a diversas perspectivas de educación en igualdad de género, en la que intervinieron el docente Lucas Platero, la psicóloga Amapola Povedano, y la profesora sobre políticas públicas Silvia López.
Las intervenciones estarán disponibles en breve en la web del Centro Reina Sofía.